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Sobrio espectáculo japonés

A la hora de pasar lista en cuanto a ferias internacionales de videojuegos se refiere, no pueden faltar a la cita tres de los nombres que más eco tienen a lo largo y ancho del globo. En primer lugar, tanto en relevancia de mercado como en fecha del calendario, viene la Electronic Entertainment Expo o E3 a principios de junio. Este festival se encargará, grosso modo, de delimitar la línea del próximo año para cada una de las casas de la industria. Alguna sorpresa suele quedar, así como algún nuevo invento que no ha tenido el tiempo de maduración suficiente.

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Que no siembre el pánico entre las filas: la Gamescom está ahí, a finales de agosto, para intentar cumplir la misma función que el E3, con la única salvedad de tratarse de un evento a nivel europeo. Con todo lo que ello conlleva, dicho quede.

En tercer lugar y tirando del tan resonado “no por ello menos importante”, encontramos a finales de septiembre el Tokyo Game Show (TGS). El rol que desempeñará este evento consistirá en aportar material de soporte a lo presentado con anterioridad, así como algún que otro producto más centrado en un público claramente oriental. O siendo más específicos, japonés. Al menos, esa es la teoría sobre el papel, que llevada a la práctica en ocasiones carece de cualquier atisbo de valía.

Aprovechando que estamos desgranando los grandes encuentros de la industria del videojuego, hay que citar la existencia de festivales menores. Estos comprenden desde ruedas de prensa por parte de las propias compañías, hasta otros como el Gamefest español.

Se trata de un E3 a muy pequeña escala que comenzaba a consolidarse en los dos últimos años, hasta que se ha disipado en su cita con 2012. La situación de las tiendas GAME no era propicia para soportar económicamente un evento de tamañas dimensiones. Esperemos que para 2013 la situación torne diferente.

El Tokyo Game Show muestra una apariencia opuesta al E3. La expo estadounidense es más espectáculo, más “show” que el propio TGS. Se embelesa al espectador con más vídeos, luces, y entretenimiento que su análogo japonés.

En Tokyo, todo se basa más en una exposición serena, aportando más datos certeros como precios o fechas de lanzamiento. Los vídeos de gameplay se enseñarán cuando sea necesario o a modo de complemento, rara vez tendrá fines de atracción en su más pura definición ociosa.

No se debe obviar el asunto del cosplay. Los fans del otro lado del Atlántico pueden ir disfrazados de sus personajes favoritos. No obstante, los jugadores orientales van masificados, con un nivel de fidelidad con el modelo original prácticamente impecables.

La edición de este año del TGS puede ser tan satisfactoria como paradójicamente insatisfactoria. A modo de entrante, dos de las tres grandes compañías de videojuegos, Microsoft y Nintendo, no han tenido voz propia. Hecho que no resulta extraordinario si atendemos a las raíces no japonesas de la primera del par ausente. Pese a todo, supone una gran pérdida de cara a nuevos proyectos.

Por su parte, Sony ha ejecutado una maniobra cuando menos peculiar, aunque más interesante que la expuesta en la E3. Desde luego, no será por su nuevo modelo de PS3 Slim de 500 gigabytes, movimiento clarificador de su nueva política de insertar una Playstation 3 para sacarle el máximo beneficio antes de que Playstation 4 le tome el relevo.

Más fructuoso resulta centrarse en la jugosa cantidad de títulos que saldrán a la venta. Novedosos en su mayoría no son. El conocimiento de su existencia era una realidad, pero saber la fecha exacta de productos de renombre como Tales of Xillia, Resident Evil 6 o Rocksmith, es un gesto de agradecer. El último del listado contó con una demostración que inyectaba tanta expectación o hype como confusión su manejo.

Minúsculo espacio para el reiterado esfuerzo por acabar con el stock de Playstation Move a partir nuevamente –entiéndase el término previo al guión con notable desazón- de la última novedad jugable del mago del rayo en la frente más adorado por el público adolescente de los últimos años: Book of Spells, ambientado en el universo Potter.

La sorpresa del momento fue, dejando a un lado el carácter multimedia del cual quiso hacer gala Sony a través de aplicaciones como Music Unlimited o el lector de cómics Reader Store, el espacio reservado a Playstation Portable. Así es, cuando todo parecía perdido para PSP, su compañía madre saca el que será su posible último as, trayendo One Piece: Romance Dawn, la quincuagésima reconversión de Final Fantasy III y el retorno por su decimoquinto aniversario de Digimon Adventure. Resulta reseñable que la última hornada de esta portátil sea de juegos de combate por turnos, conocidos como Role Playing Game (RPG).

PS Vita procede como se le ha enseñado. Escueta, tímida, pero con cierto potencial interior interesante. Que soporte más de 600 juegos de la primera sobremesa de Sony no resulta alentador. Todo lo contrario cabe decir de Soul Sacrifice, posiblemente el único motivo junto a Gravity Rush para adquirir la consola. Buena música, mejor ambientación y ataques visualmente atrayentes es lo que promete esta IP.

Colocando el punto de mira sobre otros afluentes de información, no destaca casi ningún anuncio nuevo. Más bien han centrado esfuerzos en demostrar más material de lo ya conocido. Así, podemos saber de la existencia de la libre creación de combos de ataque por parte del usuario del futurista Remember Me. Un apasionante vídeo sobre la última adaptación a los píxeles del manga Naruto Shippuden: Ultimate Ninja Storm 3, que vislumbra la inserción tanto de jefes finales como Kyubi, como un modo historia con toques de beat´em up, donde Sasuke lucha en solitario contra una horda de ninjas.

3DS se hace notar a través de Bravely Default, un intento de Square-Enix por volver al Rol que nunca debería haber abandonado. De corte clásico, con escenarios preciosistas y animaciones de ataque sorprendentes, está predestinado a ser uno de los must-have de la consola del 3D sin gafas.

Cierto tiempo de observación se merece el universo de Project X Zone, el título creado en hermandad por Capcom, Namco y SEGA que cuenta con la friolera de 200 de sus personajes más famosos. Varias imágenes y su insípida secuencia introductoria se expusieron al jugador sediento de información.

Un diluvio de imágenes o screenplays azotó el recinto del TGS. Quizá sentían envidia de los torrentes españoles de la última semana. Professor Layton VS. Ace Attorney, Tekken Tag Tournament 2 para Wii U, Ni No Kuni u Okami HD representan un escueto listado de los títulos que mostraron más de lo ya visto anteriormente.

Focalizando nuestra atención en los títulos realmente novedosos, nos podemos encontrar con otra adaptación de un anime como es Jojo´s Bizarre Adventure All-Star Battle, un incombustible Monster Hunter 4, seguido de Ninja Gaiden Z, una entrega protagonizada por un enemigo del siempre protagonista Ryu Hayabasa, que cuenta con estética Cel Shading.

La sorpresa del momento fue materializada gracias a Wii U, cobrando la forma de Bayonetta 2, secuela que, según sus creadores, no habría sido posible de no ser por Nintendo. Una ronda doble de secuencias consolidaban el arquetipo tanto de Metal Gear Rising: Revengeance para PS3 y Xbox 360, como del plataformero Puppeteer para la mayor de Sony.

Se ha echado en falta la omnipresencia de Kingdom Hearts en cada TGS, pues lo único que se ha presentado este año es un remake de las dos primeras entregas: el original y Chain of Memories. ¿Cayó Kingdom Hearts 3 en el olvido, al igual que Final Fantasy XIII Versus y The Last Guardian? Al respecto de este último, su tutor, Fumito Ueda, confirmaba que el desarrollo de su obra sigue adelante, pero que se anunció precozmente, de ahí su tardanza. Ueda, que se te ve el plumero...

El Tokyo Game Show, sin llegar a ser visionario, ha descargado metralla suficiente como para que su visionado o asistencia no suponga una pérdida de tiempo. Una feria que ha contado con la mayor asistencia recogida hasta ahora -223.753 visitantes con respecto a las previsiones, que vaticinaban 195.000-. Tokyo aún suena a botones.

Por cierto, como nota a pie de página, a modo de colofón si quieren, queda confirmado que Nintendo va a establecer bloqueo regional en su nueva sobremesa. Ahí es todo.

SALVADOR BELIZÓN / REDACCIÓN
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