Todo fan del anime que se precie sabe que hay un elemento indispensable que no puede faltar en las series, y que sin él, no serían lo mismo: los actores de doblaje. En este artículo me gustaría hacer hincapié en la labor de estos profesionales, tanto japoneses como españoles.
Los actores de doblaje –o seiyuus, como se les denomina en Japón- tienen una tarea muy compleja y es la de dar vida y personalidad a los protagonistas de las series o videojuegos que vemos. En nuestro caso, nos centraremos en el doblaje de anime.
Ser seiyuu en Japón es un trabajo bastante más usual de lo que podría serlo en España. Si se realiza bien y se tiene una buena promoción en esa labor, se pueden conseguir grandes beneficios y prestigio. Tenemos que tener en cuenta que una gran parte del dinero recaudado en la industria cultural nipona procede del anime, por lo que el doblaje es una pieza fundamental.
Además de prestar su voz a personajes, estos profesionales también se dedican en Japón a otro tipo de actividades como la radio, la música, el teatro y suelen ser caras muy visibles. Los seiyuus tienen, además, muchos fans y gente que sigue sus trabajos. Un ejemplo notable es Nana Mizuki que, además de seiyuu de personajes como Moka Akashiya de Rosario + Vampiro o Hinata de Naruto, es actriz y una cantante afamada en Japón.
Por otra parte, en España el doblaje de anime no es lo más habitual, ya que llega una ínfima cantidad de series en comparación con las que se producen en Japón, y se realizan pocos doblajes.
Los fans a los que les gustan los animes no se conforman solo con la selección que les llega, sino que acuden a Internet a ver más en sus versiones originales, sin ningún tipo de doblaje al castellano, tan solo con subtítulos. Probablemente, esto hace que a veces los actores de doblaje japonés ganen más puntos frente a los españoles y se prefieran las versiones originales.
Por ello, el doblaje de anime en España es algo distinto y menos estimado que en Japón. Es un trabajo al que se dedica menos gente y, quizás, es menos rentable debido a esa poca afluencia de animes en nuestro país.
Al no licenciar tantas series de origen nipón ni realizar tantos doblajes, estos profesionales no son tan conocidos y apenas son visibles en los medios, al contrario de lo que ocurre en Japón.
Suelen realizar casi siempre una buena labor, que es agradecida por los fans, pero son los grandes desconocidos. Se necesita cierto interés en el tema para llegar a saber de ellos debido a la poca información que hay.
Un ejemplo popular de actor de doblaje español puede ser Jaime Roca, que interpreta al incombustible Luffy en One Piece. En una conferencia de Expomanga 2010, Roca confesó que como actor de doblaje español, que normalmente está a la sombra, se sentía desbordado ante tanto público que asistía al evento para escucharlo y que aquello era algo nuevo para él y sus compañeros.
Ello da a entender que los actores de doblaje españoles consideran también que no suelen ser personajes visibles y que apenas conocemos sus rostros aunque hayamos escuchado sus voces infinidad de veces.
Por otra parte, no estaría de más que las compañías arriesgaran, licenciaran más productos e hicieran más traducciones de series, para que el anime llegue mejor al público, superando las barreras del idioma.
En resumen, ser actor de doblaje de anime es una profesión muy loable y gracias a ellos y sus trabajos podemos disfrutar de las series en nuestro idioma o el original. Una profesión que debería tener más presencia en España.
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Los actores de doblaje –o seiyuus, como se les denomina en Japón- tienen una tarea muy compleja y es la de dar vida y personalidad a los protagonistas de las series o videojuegos que vemos. En nuestro caso, nos centraremos en el doblaje de anime.
Ser seiyuu en Japón es un trabajo bastante más usual de lo que podría serlo en España. Si se realiza bien y se tiene una buena promoción en esa labor, se pueden conseguir grandes beneficios y prestigio. Tenemos que tener en cuenta que una gran parte del dinero recaudado en la industria cultural nipona procede del anime, por lo que el doblaje es una pieza fundamental.
Además de prestar su voz a personajes, estos profesionales también se dedican en Japón a otro tipo de actividades como la radio, la música, el teatro y suelen ser caras muy visibles. Los seiyuus tienen, además, muchos fans y gente que sigue sus trabajos. Un ejemplo notable es Nana Mizuki que, además de seiyuu de personajes como Moka Akashiya de Rosario + Vampiro o Hinata de Naruto, es actriz y una cantante afamada en Japón.
Por otra parte, en España el doblaje de anime no es lo más habitual, ya que llega una ínfima cantidad de series en comparación con las que se producen en Japón, y se realizan pocos doblajes.
Los fans a los que les gustan los animes no se conforman solo con la selección que les llega, sino que acuden a Internet a ver más en sus versiones originales, sin ningún tipo de doblaje al castellano, tan solo con subtítulos. Probablemente, esto hace que a veces los actores de doblaje japonés ganen más puntos frente a los españoles y se prefieran las versiones originales.
Por ello, el doblaje de anime en España es algo distinto y menos estimado que en Japón. Es un trabajo al que se dedica menos gente y, quizás, es menos rentable debido a esa poca afluencia de animes en nuestro país.
Al no licenciar tantas series de origen nipón ni realizar tantos doblajes, estos profesionales no son tan conocidos y apenas son visibles en los medios, al contrario de lo que ocurre en Japón.
Suelen realizar casi siempre una buena labor, que es agradecida por los fans, pero son los grandes desconocidos. Se necesita cierto interés en el tema para llegar a saber de ellos debido a la poca información que hay.
Un ejemplo popular de actor de doblaje español puede ser Jaime Roca, que interpreta al incombustible Luffy en One Piece. En una conferencia de Expomanga 2010, Roca confesó que como actor de doblaje español, que normalmente está a la sombra, se sentía desbordado ante tanto público que asistía al evento para escucharlo y que aquello era algo nuevo para él y sus compañeros.
Ello da a entender que los actores de doblaje españoles consideran también que no suelen ser personajes visibles y que apenas conocemos sus rostros aunque hayamos escuchado sus voces infinidad de veces.
Por otra parte, no estaría de más que las compañías arriesgaran, licenciaran más productos e hicieran más traducciones de series, para que el anime llegue mejor al público, superando las barreras del idioma.
En resumen, ser actor de doblaje de anime es una profesión muy loable y gracias a ellos y sus trabajos podemos disfrutar de las series en nuestro idioma o el original. Una profesión que debería tener más presencia en España.
SARA B. PATRÓN / REDACCIÓN