En todos los pueblos de nuestra provincia, se venera con devoción a sus patronos, santos o Vírgenes. Lo que hace distinto a Montalbán es su devoción hacia la imagen de Ntro. Padre Jesús del Calvario, siendo una de las devociones más extendidas en nuestra Comarca: desde tiempos inmemoriales muchos devotos de La Carlota, La Guijarrosa, Fuente Palmera, Santaella, La Rambla, Fernán Núñez, Montemayor, Córdoba…. sienten un impulso irrefrenable que convierten los caminos que rodean nuestra Villa, en una caravana de pequeñas luces. Luces de corazones agradecidos o de corazones ansiosos y esperanzados por conseguir el favor de aquel que saben que nunca les falla.
Y es que, en la mágica noche del 5 al 6 de agosto, más de mil peregrinos agradecen con su esfuerzo, flores y oraciones los favores concedidos por Ntro. Padre Jesús del Calvario, recibiendo a los Hermanos del Campo para llenar sus almas, nunca a vaciarlas. Y lo hace a los humildes, los que vienen con sus pies doloridos, sus llagas en sus dedos, su cansancio en el cuerpo….todos ellos buscando refugiarse en él, en su consuelo, buscando su mirada, su cuerpo y su palabra. Momento celeste, lleno de estrellas, en el que después de tantas horas de camino y polvo uno se encuentra con su mirada y con una belleza que no engaña. Se puede decir que es un sueño cuando se le ha conocido, y aquellos peregrinos que ya le han visto saben que jamás podrán olvidarlo. Este descubrimiento de Ntro. Padre Jesús del Calvario cambia radicalmente su vida.
En Montalbán, si hay algo que aglutina el pueblo es El Calvario. En eso no hay discrepancias. Ntro. Padre Jesús está en la entraña de todos los montalbeños, por encima y aparte de las ideas políticas que cada uno tenga, como se demostró por última vez en la salida en procesión de 1.993. El Calvario es la fe religiosa de Montalbán, la religiosidad popular de todos los montalbeños, y aún con todos los defectos y carencias que se quiera, está ahí, sin que el paso del tiempo la cambie o disminuya.
Podríamos preguntarnos, ¿cuál es el motivo de esta devoción? Sin duda alguna, una de los hechos más importante es lo acontecido en 1.854 cuando toda la comarca estaba afectada por la epidemia del cólera, con una mortandad espantosa y donde, gracias a la fe y oración de los montalbeños, que clavaron sus ojos en Jesús del Calvario, no hubo un solo caso de enfermedad en el pueblo. Pueblos de alrededor contaban por cientos los fallecidos sin que en Montalbán hubiera uno solo.
Tan solo nueve años después, en 1.863, una sequía asolaba la comarca, arruinando familias enteras. Los montalbeños, de nuevo, giraron sus ojos al Calvario y, el 3 de mayo, decidieron sacarlo en procesión por nuestras calles hasta la Iglesia parroquial. Ese mismo día comenzaron milagrosamente las lluvias que duraron durante nueve días.
Y así tantos otros. Pero no solo se realizaron milagros favoreciendo a todo el pueblo: hay cientos, miles de milagros anónimos de personas enfermas, impedidas,… que hacen que todos los años, familiares y favorecidos por tales gracias se pongan en camino siguiendo esa luz que radia desde lo alto de su cúpula para, con lágrimas en los ojos, dar las gracias a su padre que tanto sufrió por cada uno de ellos y al que tanto veneran con respeto y devoción.
Somos sabedores de que no somos el único pueblo que recibe peregrinos, pero pocas o casi ninguna hace que una población de 4.600 habitantes reciba, como sucedió el año pasado, a 1.300 personas en tan solo una noche.
En la actualidad, se celebra una novena a Honor de Ntro. Padre Jesús del Calvario durante los días del 10 al 18 de agosto de cada año, donde se recuerda cada uno de los milagros realizados por Jesús del Calvario. Este novenario culmina con el Solemne Besapié del día 19 en que el pueblo de Montalbán le demuestra su cariño y fervor y donde, desde aquí, os invitamos a todos a visitar su Ermita durante estos días.
Y es que, en la mágica noche del 5 al 6 de agosto, más de mil peregrinos agradecen con su esfuerzo, flores y oraciones los favores concedidos por Ntro. Padre Jesús del Calvario, recibiendo a los Hermanos del Campo para llenar sus almas, nunca a vaciarlas. Y lo hace a los humildes, los que vienen con sus pies doloridos, sus llagas en sus dedos, su cansancio en el cuerpo….todos ellos buscando refugiarse en él, en su consuelo, buscando su mirada, su cuerpo y su palabra. Momento celeste, lleno de estrellas, en el que después de tantas horas de camino y polvo uno se encuentra con su mirada y con una belleza que no engaña. Se puede decir que es un sueño cuando se le ha conocido, y aquellos peregrinos que ya le han visto saben que jamás podrán olvidarlo. Este descubrimiento de Ntro. Padre Jesús del Calvario cambia radicalmente su vida.
En Montalbán, si hay algo que aglutina el pueblo es El Calvario. En eso no hay discrepancias. Ntro. Padre Jesús está en la entraña de todos los montalbeños, por encima y aparte de las ideas políticas que cada uno tenga, como se demostró por última vez en la salida en procesión de 1.993. El Calvario es la fe religiosa de Montalbán, la religiosidad popular de todos los montalbeños, y aún con todos los defectos y carencias que se quiera, está ahí, sin que el paso del tiempo la cambie o disminuya.
Podríamos preguntarnos, ¿cuál es el motivo de esta devoción? Sin duda alguna, una de los hechos más importante es lo acontecido en 1.854 cuando toda la comarca estaba afectada por la epidemia del cólera, con una mortandad espantosa y donde, gracias a la fe y oración de los montalbeños, que clavaron sus ojos en Jesús del Calvario, no hubo un solo caso de enfermedad en el pueblo. Pueblos de alrededor contaban por cientos los fallecidos sin que en Montalbán hubiera uno solo.
Tan solo nueve años después, en 1.863, una sequía asolaba la comarca, arruinando familias enteras. Los montalbeños, de nuevo, giraron sus ojos al Calvario y, el 3 de mayo, decidieron sacarlo en procesión por nuestras calles hasta la Iglesia parroquial. Ese mismo día comenzaron milagrosamente las lluvias que duraron durante nueve días.
Y así tantos otros. Pero no solo se realizaron milagros favoreciendo a todo el pueblo: hay cientos, miles de milagros anónimos de personas enfermas, impedidas,… que hacen que todos los años, familiares y favorecidos por tales gracias se pongan en camino siguiendo esa luz que radia desde lo alto de su cúpula para, con lágrimas en los ojos, dar las gracias a su padre que tanto sufrió por cada uno de ellos y al que tanto veneran con respeto y devoción.
Somos sabedores de que no somos el único pueblo que recibe peregrinos, pero pocas o casi ninguna hace que una población de 4.600 habitantes reciba, como sucedió el año pasado, a 1.300 personas en tan solo una noche.
En la actualidad, se celebra una novena a Honor de Ntro. Padre Jesús del Calvario durante los días del 10 al 18 de agosto de cada año, donde se recuerda cada uno de los milagros realizados por Jesús del Calvario. Este novenario culmina con el Solemne Besapié del día 19 en que el pueblo de Montalbán le demuestra su cariño y fervor y donde, desde aquí, os invitamos a todos a visitar su Ermita durante estos días.
FRANCISCO LÓPEZ VILLANUEVA (NENICO)