El escritor sevillano Pablo Poó Gallardo, consejero editorial de Montalbán Digital, ha logrado situarse entre los diez finalistas del Premio 'Educa Abanca' al Mejor Docente de España, que se entregará el próximo mes de febrero en La Coruña, en el marco del I Congreso Mundial de Educación.
Pablo Poó, que en este periódico cuenta con su propia sección bajo el título Disculpe si no me levanto, es licenciado en Filología Hispánica, materia en la que se doctoró con una interesante tesis sobre el teatro barroco español y, desde hace siete años, ejerce como profesor de Lengua y Literatura en Educación Secundaria.
Su trabajo con el alumnado le ha permitido situarse entre los diez finalistas del Premio 'Educa Abanca' al Mejor Docente de España, unos galardones que, según sus promotores, "pretenden reconocer públicamente la labor de los grandes docentes que viven y disfrutan su trabajo, educan para la vida a su alumnado y se involucran al máximo en todo el proceso educativo, tanto dentro como fuera del aula".
De este modo, el Premio 'Educa Abanca' al Mejor Docente de España tiene el objetivo de reconocer la labor desempeñada por los mejores docentes durante el año 2017 y realzar socialmente la figura del buen docente: su implicación en el proceso de enseñanza de su alumnado así como su importancia para la sociedad.
En la designación de Pablo Poó Gallardo como finalista de estos galardones en la categoría de Secundaria ha tenido mucho que ver la reciente publicación de su segunda obra, Espabila, chaval, un libro que pretende motivar a jóvenes estudiantes de Enseñanza Secundaria Obligatoria (ESO) y que va a permitir que los padres se sientan muy identificados con las ideas que trasmite su autor, que a finales de 2015 publicó La mala Educación, un libro que ofrecía un análisis irónico del sistema educativo desde el punto de vista de un interino.
Aunque su vocación es la narrativa –no en vano, tiene publicados algunos relatos con Maclein y Parker y dirige en Twitter el perfil Relatwitos, con el que fomenta la creatividad literaria en las aulas–, Espabila, chaval supone ya su segunda incursión en el género del ensayo.
"El instituto es una etapa fundamental en la vida de un adolescente, una época en la que se va a poder dar cuenta de lo que le gusta realmente y orientar sus estudios hacia el mundo laboral, de modo que mientras más aprendan y más sepan, más completos y valiosos serán en su vida adulta", detalla Pablo Poó que, hace unos meses, alcanzó una gran popularidad gracias a un vídeo en el que trataba de "poner las pilas" a sus alumnos y que ha superado ya el medio millón de visualizaciones.
Para el autor de Espabila, chaval, que también ha estudiado Periodismo en la Facultad de Comunicación de la Universidad de Sevilla, tras la etapa de Educación Secundaria los estudiantes "se harán mayores y tendrán que encontrar trabajo, agobiarse si no lo encuentran, si les pagan poco o si se tienen que ir al extranjero porque no lo encuentran en España. Y luego vendrán las obligaciones que ahora tienen los padres: pareja, hipoteca, hijos…".
En ese sentido, Pablo Poó trata de "abrir los ojos" a los estudiantes y, a su vez, ofrecer consejos prácticos y sencillos sobre cómo estudiar, cómo preparase un examen, los errores más comunes que les llevan a suspender, trucos para concentrarse y entender mejor lo que van a aprender. Consejos para estudiar o no de memoria, ir o no ir a una biblioteca a estudiar, cuándo cerrar el libro… "Eso sin dejar a un lado las aficiones, ya que hay que buscar tiempo para el deporte, leer e incluso aburrirse", defiende.
Pablo Poó recuerda que "en un mundo de adolescentes superprotegidos, estudiar es una de las pocas obligaciones que tienen los chavales" y, fruto de su experiencia, sostiene que "a nadie le gusta estudiar: todos queremos ir a la playa, salir de fiesta, jugar a los videojuegos…". Por eso, aclara, "este libro no pretende hacer que al alumno le guste estudiar sino ver la utilidad para su futuro y que lo haga porque sea consciente de que le va a beneficiar".
Bajo el sello de Ediciones Temas de Hoy, Espabila, chaval puede adquirirse en las principales librerías de España y, a través de Internet, en la página web de FNAC o a través de Amazon por tan solo 17,00 euros.
Pablo Poó, que en este periódico cuenta con su propia sección bajo el título Disculpe si no me levanto, es licenciado en Filología Hispánica, materia en la que se doctoró con una interesante tesis sobre el teatro barroco español y, desde hace siete años, ejerce como profesor de Lengua y Literatura en Educación Secundaria.
Su trabajo con el alumnado le ha permitido situarse entre los diez finalistas del Premio 'Educa Abanca' al Mejor Docente de España, unos galardones que, según sus promotores, "pretenden reconocer públicamente la labor de los grandes docentes que viven y disfrutan su trabajo, educan para la vida a su alumnado y se involucran al máximo en todo el proceso educativo, tanto dentro como fuera del aula".
De este modo, el Premio 'Educa Abanca' al Mejor Docente de España tiene el objetivo de reconocer la labor desempeñada por los mejores docentes durante el año 2017 y realzar socialmente la figura del buen docente: su implicación en el proceso de enseñanza de su alumnado así como su importancia para la sociedad.
En la designación de Pablo Poó Gallardo como finalista de estos galardones en la categoría de Secundaria ha tenido mucho que ver la reciente publicación de su segunda obra, Espabila, chaval, un libro que pretende motivar a jóvenes estudiantes de Enseñanza Secundaria Obligatoria (ESO) y que va a permitir que los padres se sientan muy identificados con las ideas que trasmite su autor, que a finales de 2015 publicó La mala Educación, un libro que ofrecía un análisis irónico del sistema educativo desde el punto de vista de un interino.
Aunque su vocación es la narrativa –no en vano, tiene publicados algunos relatos con Maclein y Parker y dirige en Twitter el perfil Relatwitos, con el que fomenta la creatividad literaria en las aulas–, Espabila, chaval supone ya su segunda incursión en el género del ensayo.
"El instituto es una etapa fundamental en la vida de un adolescente, una época en la que se va a poder dar cuenta de lo que le gusta realmente y orientar sus estudios hacia el mundo laboral, de modo que mientras más aprendan y más sepan, más completos y valiosos serán en su vida adulta", detalla Pablo Poó que, hace unos meses, alcanzó una gran popularidad gracias a un vídeo en el que trataba de "poner las pilas" a sus alumnos y que ha superado ya el medio millón de visualizaciones.
Para el autor de Espabila, chaval, que también ha estudiado Periodismo en la Facultad de Comunicación de la Universidad de Sevilla, tras la etapa de Educación Secundaria los estudiantes "se harán mayores y tendrán que encontrar trabajo, agobiarse si no lo encuentran, si les pagan poco o si se tienen que ir al extranjero porque no lo encuentran en España. Y luego vendrán las obligaciones que ahora tienen los padres: pareja, hipoteca, hijos…".
En ese sentido, Pablo Poó trata de "abrir los ojos" a los estudiantes y, a su vez, ofrecer consejos prácticos y sencillos sobre cómo estudiar, cómo preparase un examen, los errores más comunes que les llevan a suspender, trucos para concentrarse y entender mejor lo que van a aprender. Consejos para estudiar o no de memoria, ir o no ir a una biblioteca a estudiar, cuándo cerrar el libro… "Eso sin dejar a un lado las aficiones, ya que hay que buscar tiempo para el deporte, leer e incluso aburrirse", defiende.
Pablo Poó recuerda que "en un mundo de adolescentes superprotegidos, estudiar es una de las pocas obligaciones que tienen los chavales" y, fruto de su experiencia, sostiene que "a nadie le gusta estudiar: todos queremos ir a la playa, salir de fiesta, jugar a los videojuegos…". Por eso, aclara, "este libro no pretende hacer que al alumno le guste estudiar sino ver la utilidad para su futuro y que lo haga porque sea consciente de que le va a beneficiar".
Bajo el sello de Ediciones Temas de Hoy, Espabila, chaval puede adquirirse en las principales librerías de España y, a través de Internet, en la página web de FNAC o a través de Amazon por tan solo 17,00 euros.
J.P. BELLIDO / REDACCIÓN